

Reforma de una vivienda en Barcelona que respeta el lenguaje arquitectónico del edificio. Una distribución abierta se articula a través de un volumen de madera de Paulownia y vidrio que conecta las diferentes estancias. Se conserva la volta catalana original como parte de la identidad arquitectónica.












Las puertas, de diseño limpio y sin tapetas, se integran con paredes blancas sin zócalos para dar serenidad al espacio. El pavimento es un parquet de roble teñido colocado en espiga. Para la iluminación, técnica y decorativa, se plantea con temperatura cálida que acompaña sin imponerse.



PROYECTO
Vivienda Particular
ÁREA
260m²
MOBILIARIO
Conti Cert, Mobles 114, Francesc Rifé, Trenat, Richard Lampert
ILUMINACIÓN
Santa&Cole, Ingo Maurer, BD, Akari, Artemide
FOTO
Claudia Mauriño













































